Hoy cumplo 24, aunque seguramente mañana diré que tengo 25.
Para mí, el tiempo es raro y confuso… Pero, sobre todo, es mi amigo.
Con el tiempo suelo jugar a que siempre estaremos en el mismo bando. Creo que, momentáneamente, hemos ido construyendo espacios donde nos valoramos: donde, en momentos de silencio, el tiempo me hace pensar y a él le permito descansar; donde, cuando queremos alcanzar una meta, el tiempo se flexibiliza conmigo para lograr nuestros objetivos (que, claramente, son una prioridad), cuando el tiempo se pone pesado, yo intento aligerarlo con un chiste o un comentario espontáneo. Si va volando, respiro hondo y tomo impulso para alcanzarlo. Definitivamente, nos entendemos. Incluso, ya nos queremos.
cuando estoy melancólica a veces pienso en todas las versiones de mí que el tiempo ha visto: la que un día tuvo miedo, la que se equivocó, la que se rindió y volvió a empezar... pero también vio a la que no supo volver a comenzar; aquella que se ilusionó, la que amó, a la que le rompieron el corazón; la que se mudó, la que peleó, gritó o hasta colapsó; la que un día celebró una victoria con lágrimas, y la que, poco a poco creció. Y me di cuenta de que el tiempo, lejos de ser una línea que va y no se detiene, ha sido un compañero que me ayudó a conocerme.
Pero, como ninguna relación es perfecta, el tiempo puso una condición. Una que, sinceramente, no me encantó… pero fue firme en su posición. Y Ana Sofía, como buena amiga, la aceptó. la condición era clara: “Si algún día lo daba por sentado, él también se terminaría en aquellas cosas que tanto he amado.”
Desde ese día le prometí que, en cada cosa que ame, trataré de verlo. Que, cada vez que disfrute algo, lo valoraré. Todo esto porque un día me di cuenta de que, si mi amigo el tiempo es tan noble conmigo, ¿cómo no voy a darle el amor que merece?
Pero, como buena dramática, también le dije: “Si tú y yo nos peleamos, ya nada tendría sentido.” Lo solté entre risas, como quien oculta una verdad con humor. luego, ya más seria, con la voz un poco baja, le confesé: “Prefiero vivirlo todo contigo. Lo bueno, lo malo, lo que duele y lo que reconforta. Porque si un día dejamos de estar, quiero que al menos sepamos, que siempre nos quisimos.”
Con amor al tiempo. xx